viernes, 17 de diciembre de 2010

Al Gringo

Gringo: yo soy tu voz y tu imagen en blanco y negro.
Soy tu puño levantado, tu nombre vestido de mameluco.
Yo soy esto que la memoria de tu lucha hizo conmigo.
Soy las lágrimas que corren cada vez que intento pensarte hoy
(no hace falta, Gringo, que te diga la falta que haces aca).
Soy la necesidad de no olvidarte.
Soy ese Cordobazo que no viví.
Soy Trelew y tu clandestinidad.
Soy a la que se le infla el pecho cada vez que te nombran
(porque nombrarte es nombrarme, es nombrarnos)
Soy esta mujer que nunca se vio reflejada en tus pupilas
pero
que
35 años después
se despierta
con tu nombre atravesado en la garganta.
Fer T.