lunes, 10 de enero de 2011

Marcos se ha marchado para no volver...


No se quién me avisó esa tarde de abril del 2006 que vos habías decidido terminar con todo. No se qué dije, ni se qué hice. Sólo recuerdo la sensación de vacío que sentí en el momento en que me encontré frente a un mundo sin vos, y recuerdo la culpa por no haber intuido lo que pensabas esa mañana, cuando me hablaste para decirme que me extrañabas, para contarme que, aunque estuvieras lejos y no estuviesemos juntos, sabías que en algún momento volveríamos a ser felices. Debí percibirlo cuando casi me ordenaste que dejara psicopedagogía porque era obvio que ahí no estaba bien, que ese no era mi futuro. Debí imaginarlo cuando casi me rogaste que te jurara que iba a ser feliz a cualquier precio.
Y recuerdo el odio que sentí durante meses, porque me dijiste eso sabiendo lo que harías... porque me juraste una felicidad que sabías que nunca existiría, porque vos asi lo habías decidido.
Y aca estoy, escribiendote para contarte que no soy feliz, pero lo intento. Que hasta podría jurar que hay momentos en que casi toco ese estado, pero se me escurre entre las manos… y me acuerdo de vos.
Y te escribo para que sepas que no te olvidé, aunque a veces haga de cuenta que no exististe para poder seguir adelante.
Y, aunque se que no podés leerme, te escribo y lo comparto para esa parte tuya que todavía sigue aca (porque es esa parte que hice mia y que es la mejor, porque es con la que pude ser feliz, a pesar de todo).

2 comentarios:

  1. No es lo que queres leer. Lo sé. Pero hace poco, me quedó resonando mucho en la cabeza, una frase, que dice el personaje de Virginia Woolf en la película "Las Horas" respecto de por qué ella debe matar a uno de los personajes. "Alguien debe morir para que los demás aprecien la vida".
    Creo que hay mucho más en esa frase que lo explícito...
    Te dejo una firma y una lágrima.

    ResponderEliminar
  2. Viste cuando no sabés que poner porque lo que digas va ser una pavada, sea lo que sea? Tal cual. Este es un costado que no conocía de usted señorita. Juerza!

    ResponderEliminar